SINOPSIS: Un día
más en Mundo Roll: las fantasinas revolotean en el aire, los pequeños Rolls
ruedan por las pistas rumbo al colegio (¡ah!, me olvidé de explicar que los
rolls son como bolitas con brazos y piernas que, cuando quieren, pueden retraerlas
para quedar convertidos en verdaderas esferas, todos redondos, bien lisitos,
para rodar sin problemas), pero al llegar al cole Rolando se entera de que hay
un nuevo rector que quiere cambiarlo todo.
Con su nuevo (y sospechoso) método de enseñanza, la transición de niño a
adulto llevaría sólo ¡un año! Adiós doce años de colegio, adiós juegos
infantiles, adiós niñez, adiós redondez (¡ah!, me olvidé de explicar que en
Mundo Roll, cuando se llega a la mayoría de edad, que coincide con el fin del
colegio, dejan de ser esféricos y sus cuerpos se convierten, así como así, de
un día para otro, en cubos. Ya no pueden rodar más por las pistas, ni
divertirse en los loopings, ni siquiera rebotar. ¿Aburrido, no?)
Por
suerte, Rolando y sus amigos deciden investigar y descubren que el nuevo método
de enseñanza que el rector va a probar en su colegio no es más que un engaño
para poner a trabajar a los chicos antes de tiempo.
Persecuciones,
transformaciones inesperadas, intriga, múltiples desafíos que los pequeños Rolls
tendrán que enfrentar para defender su derecho a seguir siendo niños (y
esféricos) el tiempo que corresponde.
